lunes, 27 de agosto de 2012

qué por qué se cambia, por qué cambio de humor tan rapidamente? no, no es bipolaridad, posero. Es que en un brevísimo lapso de tiempo descubriste que lo que está pasando en ese momento no te agrado, no es verdadero, te sentiste fastidiado, molesto. Toda la impotencia de ese día se te vino en ese instante en el cual cambiaste de un abrazo a una mirada seca al vacío.

lunes, 13 de agosto de 2012

Escribirle

Qué es lo que nos motiva a escribir? Acaso es esa necesidad casi vital de descargar todo ese remolino de remordimientos, odios, confusiones, ilusiones que subyacen en nuestro inconsciente?  Por mucho tiempo he tratado de buscar mi motivación a escribir. Tras sufrir continuos episodios de "Síndrome del papel en blanco" me desilusioné, creí que tal vez esta empresa de escribir (tan satisfactoria pero a su vez tan arriesgada) no era lo mío, que había sido la ilusión de un adolescente tonto que creía que podía escribir unas líneas con una comodidad sólo característica de los grandes letrados, que no había sido más que un capricho más, una forma de diferenciarme, de ser especial. Me cuestioné y sufrí mucho, y como no, si le había dado un espacio en mi vida a algo que al parecer era solo una quimera. - No pasas de prosa inmadura y pomposa, chinito- me dije. Esa prosa que escribes cuando estas o muy ilusionado, al borde de la estupidez, o completamente alcoholizado, con el mismo fin. Esa prosa que miras con cariño por un momento, pero que luego de unos meses, semanas, te da pena, hasta vergüenza y hasta pena haber escrito aquello, pues lo sientes inmaduro, inconsistente, pueril, lejana a la imagen madura y de "hombre-de-mundo" que tratas de proyectar. Me he dado cuenta que nada más alejado de la realidad.
Es cierto, algunos (si no todos) mis escritos pueden ser inmaduros pero no por ello están mal o equivocados, pues reflejan lo que soy por el momento: un joven de 16 años algo inmaduro, idealista y sin esa experiencia que la vida se encarga de proporcionarnos (a veces de las maneras más crueles posibles) a lo largo de nuestra existencia. Y al ser eso, cumple con lo que yo creo debe cumplir cualquier manuscrito, post, verso-en-la-servilleta: reflejar el alma del aspirante a literato. Si bien, a veces lo hace de manera básica, irreflexiva y predecible es lo que cada uno alberga y hay que saber aceptarlo y mejorarlo, a través del auto-cuestionamiento continuo.
Creo que este viejo arte nos me sirve como terapia, para purgar culpas y anhelos. Crear  parciales alter-egos nos me da la oportunidad de observar por momentos nuestra realidad de una diferente perspectiva, menos egoísta, un poco más juiciosa e imparcial.
Dicho todo esto, supongo que hay Arturo Portal, el aspirante a escritor, para rato. Ya sea con posts mediocres, cuentos semi-ficcionarios y puntos de catarsis literaria, mis dedos (a través del teclado de la fiel Toshiba o el lapicero-de-a-china en papel de cuaderno ) seguirán expresando lo que sienta, vea y crea.