lunes, 3 de marzo de 2014

* .. ..... *

Y mientras más lo pensaba, más clara era para mí la validez de su duda ¿ Cuántas veces no le habrían dicho lo mismo, con diferentes palabras? y sin embargo, ahi estaba ella, con una llaga en los sentimientos más grande de lo que mis torpes palabras podían cubrir. 
Tenía el derecho de no creer tan rápido en mí: no me conocía, ni había pasado tanto tiempo conmigo como para no dejarse llevar por el primer sentimiento que la embargó cuando vió que la atracción evolucionaba: unas increíbles ganas de huir.
Pese a todo, ahi estaba yo, esperando - en el fondo - que no lo hiciera y que viniera a mis brazos, que empezaban a reclamar por su ausencia.

(Tirado viendo como se ocultaba lentamente el sol veraniego, aquí, un poquito más al norte.)

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