No se hablaban desde hace una semana y Ricardo pensaba en que lo único que le haría sentir bien en ese momento era ver su sonrisa, pero también sabia que no podría verla sin sentir más amor del que ya tenia. Solo atinó a mandar un poema, un poema improvisado, donde poco importaba la métrica, la rima, la forma. Un poema donde lo único que importaba era el corazón del poeta.
deja caer una lágrima más
amante caídodejala caer porque será la última
dejala irse
y que se lleve con ella
todo lo malo de un pasado
un pasado con nombre
dejala caer
amante perdido
porque en esta vida
existe la pluma
la pluma te salva
amante confundido
la pluma te limpia y te libera
amante lloroso
solo dejala
dejala
que se junte ligera, con el viento
dejala y dejala irse
que solo los verdaderos amantes
sienten como tú has sentido
amante perdido
Y no bastó una despedida, solo se dejo llevar por la impotencia del momento y salió a fumar un cigarrillo, el último de la cajetilla.
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